Lingüística
Lingüística
Te explicamos qué es la lingüística, su objetivo, campos de estudio y las áreas de trabajo de un lingüista. Además, la lingüística
La lingüística estudia todo lo que se refiere a los lenguajes, tanto actuales como antiguos.
¿Qué es la lingüística?
La lingüística es la ciencia que estudia el lenguaje. Esto implica estudiar sus orígenes, su evolución, sus fundamentos y su estructura con el objetivo de comprender las dinámicas propias de las lenguas vivas (contemporáneas) y las muertas (las antiguas de las que éstas provienen).
De todos los sistemas creados por el ser humano, ninguno es tan complejo, vasto y potente como el lenguaje. Entre las muchas ciencias que estudian el lenguaje, se destacan:
- La filología. Se centra en el estudio histórico del lenguaje y su manifestación en textos escritos, principalmente filosóficos y literarios, y desde su aparición en el siglo XIX.
- La lingüística. Está más orientada al lenguaje hablado y a los modos en que opera en cierto momento de la historia (aunque también estudia los textos escritos).
Tanto filología (más antigua) como lingüística (más moderna) son hijas de la antigua gramática, cultivada por las culturas clásicas, como la grecorromana.
Sin embargo, la lingüística nació a comienzos del siglo XIX, cuando el cambio lingüístico y la posibilidad de estudiarlo de manera científica se hizo evidente. Aun así, el mayor hito fundacional de la lingüística apareció a inicios del siglo XX, y fue la publicación del célebre Curso de lingüística general del lingüista suizo Ferdinand de Saussure (1857-1913) en 1916.
Objetivo de la lingüística
La lingüística es a la vez una disciplina científico-social y una rama de la psicología. Esto se debe a que su objeto de estudio, el lenguaje, involucra dos tipos de procesos: una serie de procesos mentales (la adquisición de la lengua, su puesta en práctica, su vínculo con el pensamiento) y otros sociales (la evolución de la lengua, la pragmática, su rol en la formación identitaria).
Por eso, el principal objetivo de la lingüística implica la formulación de una teoría general de las lenguas naturales y del sistema cognitivo que las hace posibles. Desde luego, cada una de las ramas de la lingüística posee un objetivo propio, enmarcado en esta meta general de la disciplina.
Campos de la lingüística
En la semántica y pragmática, la lingüística estudia el significado y sentido de las palabras.
El estudio lingüístico se puede dividir en un conjunto de campos o niveles, dependiendo de qué aspecto específico del lenguaje resulte de su exclusivo interés:
- Fonética y fonología. Se interesa por los sonidos del lenguaje verbal, es decir, tanto por las emisiones físicas de cada sonido articulado (como la configuración del aparato fonador del cuerpo humano), hasta las imágenes acústicas que dichos sonidos forman en nuestra mente y que asociamos a un referente en concreto.
- Morfosintaxis. Unión de la morfología y la sintaxis, este campo se ocupa de comprender la dinámica de formación de las palabras (cómo se juntan las piezas significativas que las componen, cómo se modifican para obtener nuevos sentidos) y la dinámica de formación de las oraciones (cómo se organizan las palabras y cómo se asocian dependiendo de su rol oracional).
- Semántica y pragmática. Este campo se centra en el significado de las palabras y en sus modos de asociación, préstamo de sentidos y otras dinámicas que involucran al léxico, junto a los elementos extralingüísticos que inciden sobre dicho significado, acompañándolo para modularlo, sugerir otro sentido, entre otros.
Áreas de trabajo de un lingüista
La lingüística ofrece a sus profesionales numerosos enfoques de estudio del lenguaje, entre los cuales destacan los siguientes:
- Lingüística teórica. Reflexiona sobre la naturaleza del lenguaje desde un punto de vista filosófico, abstracto y general, a menudo cercano a la filosofía del lenguaje, para tratar de formular una aproximación teórica valedera.
- Lingüística aplicada. Se centra en aspectos más tangibles del lenguaje, como sus dinámicas de adquisición (terapia de lenguaje), la enseñanza de idiomas, o su rol dentro de las sociedades (sociolingüística).
- Lingüística comparada. Consiste en el cotejo de las formas de uso del lenguaje entre dos regiones, comunidades o tradiciones humanas, para dar con las similitudes y diferencias existentes.
- Lingüística sincrónica. Estudia el funcionamiento del lenguaje en un momento dado de la historia, sin interesarse en su proveniencia o su futuro. Generalmente es el enfoque más descriptivo y a menudo se circunscribe a una comunidad específica de usuarios del lenguaje.
- Lingüística diacrónica. Estudia el funcionamiento del lenguaje entendido como un devenir histórico, o sea, manteniendo la perspectiva del pasado, presente y futuro para comprender los cambios sufridos y los que podría sufrir.
- Lingüística computacional. Se ocupa de los aspectos del lenguaje que podrían ser heredados mediante sistemas informáticos a una inteligencia artificial, o sea, se ocupa de los lenguajes cibernéticos.
Lingüística aplicada
La lingüística aplicada es un área de la lingüística que se nutre de otras disciplinas científicas, o sea, que es en esencia interdisciplinaria, ya que se interesa por aspectos sociales que atañen al funcionamiento del lenguaje.
Su desarrollo como disciplina lingüística se dio durante el siglo XX, especialmente en los países de habla anglosajona y en Europa. Giró en torno a la enseñanza del inglés; pero a partir de la década del 50 asumió un enfoque más vinculado con la educación, la psicología, la antropología, la pedagogía y la sociología.
Posee una verdadera multitud de enfoques, que pueden organizarse en los siguientes campos principales de acción:
- La adquisición del lenguaje. Estudia cómo adquieren los individuos su lengua materna y cuánto de ello es natural de nuestra especie y cuánto influencia de la cultura.
- La enseñanza de los idiomas. Estudia los procesos de comprensión y adopción de nuevas lenguas por parte de individuos ya dotados de una identidad lingüística.
- Los problemas de la comunicación. Estudia el modo en que el lenguaje opera dentro de un ámbito social determinado: económico, jurídico, político, entre otros.
Lingüística histórica
La lingüística histórica o diacrónica es aquella que comprende el lenguaje como el fruto de un proceso histórico de cambios, incesante, aún en marcha.
Requiere de la comprensión del pasado de la lengua para poder arrojar luces sobre el presente y el futuro. Su eje temático principal es el cambio lingüístico y para ello es común que acuda también a otras áreas del saber, como la historia, la arqueología o la genética.
Habla
Te explicamos qué es el habla, cuáles son sus componentes y qué trastornos asociados existen. Además, la teoría de los actos de habla. El habla es la apropiación individual de la lengua.
¿Qué es el habla?
El habla es el acto de comunicarse utilizando el lenguaje oral. Es una facultad propia del ser humano que permite expresar ideas, pensamientos o sentimientos a través de la producción de sonidos articulados. El lenguaje oral es un sistema que utiliza sonidos, sílabas, palabras y oraciones para transmitir información.
Las sociedades a lo largo del tiempo van construyendo distintas lenguas, que funcionan como instrumentos admitidos y transmitidos por la propia comunidad, gracias a los cuales los individuos pueden comunicarse entre sí. Mientras la lengua es el conjunto estructurado de signos y reglas compartido por una comunidad, el habla es la manifestación individual de la lengua, su realización concreta en un contexto específico.
Esta distinción fue formalizada por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure (1857-1913), considerado el padre de la semiología. Esta disciplina se ocupa de los signos lingüísticos (las palabras de una lengua) y de su comportamiento social.
Puntos clave
- El habla es la facultad de articular sonidos y formar palabras para comunicarse.
- Los componentes del habla son la articulación, la voz y la fluidez.
- Los trastornos del habla se refieren a dificultades en la producción de sonidos que impiden un uso adecuado o funcional de la voz. Pueden afectar la articulación, la emisión de sonidos o la fluidez verbal.
- Los actos de habla son las acciones que se realizan al emitir un enunciado. Transmiten información, incluyen una intención y producen un efecto en el receptor.
- Ver, además: Elementos de la comunicación
Elementos de la comunicación. Te explicamos qué son los elementos de la comunicación y cuáles son sus componentes. Además, ejemplos de cada uno. Escuchar

En toda comunicación hay un emisor y un receptor.
¿Cuáles son los elementos de la comunicación?
Los elementos de la comunicación son emisor, receptor, mensaje, código, canal y contexto. Estos componentes están presentes en todos los eventos comunicativos.
La comunicación consiste en la transmisión de información entre dos o más individuos. Puede ser verbal, cuando ocurre a través de palabras, o no verbal, cuando se produce a través de gestos, movimientos o sonidos no lingüísticos. Por ejemplo, un llamado telefónico, una discusión, una carta o una conferencia.
Más allá de las diferencias que puede haber entre los eventos comunicativos, en todos participan los mismos elementos. Cada uno de ellos cumple un rol determinante y tiene una función específica.

Puede servirte: Comunicación
1. Emisor
El emisor es quien genera un mensaje y lo transmite. Su rol es iniciar el evento comunicativo. Puede ser una persona, un animal, un grupo, una compañía, una institución, entre otros. Por ejemplo:
- Una maestra que explica un tema en clase.
- Un joven que envía un mensaje por celular a un amigo.
Qué comunicar y cuál es el mejor modo de hacerlo, es decir, con qué elementos se produce el mensaje, son cuestiones que, generalmente, decide el emisor.
2. Receptor
El receptor es quien recibe el mensaje y luego lo decodifica para poder interpretar la información. Para esto, debe conocer y comprender el código o el idioma con el que el emisor construye y transmite el mensaje. Por ejemplo:
- Los alumnos que escuchan la explicación de su maestra.
- El amigo que recibe un mensaje en su teléfono.
En algunos casos, el receptor decodifica el mensaje y luego está en condiciones de elaborar por sí mismo una respuesta para el emisor. Por ejemplo, un alumno que responde una pregunta de la maestra.
Retroalimentación: Es un fenómeno que se produce cuando quien era el receptor asume el rol de emisor y crea un mensaje nuevo como respuesta al anterior, de modo que se reinicia la acción comunicativa con los roles invertidos. La retroalimentación es frecuente en muchos procesos comunicativos, pero no estrictamente necesaria. Por ejemplo, suele darse en las conversaciones cara a cara, pero no en la lectura de un libro.
3. Mensaje
El mensaje es la información que el emisor transmite al receptor. Los mensajes suelen estar elaborados con los signos de un determinado código, por ejemplo, las palabras de un idioma.
Un mensaje puede ser verbal (si se produce con palabras) o no verbal (si se produce con elementos que no son palabras, como imágenes o gestos), y puede ser hablado, escrito, auditivo, visual, entre otros. Por ejemplo:
- Las palabras que la maestra utiliza para explicar multiplicaciones, es decir, el tema de la clase.
- El mensaje escrito con el que un joven invita a su amigo al cine.
4. Código
El código es el sistema de signos que utilizan el emisor para producir su mensaje y el receptor para entenderlo. Para garantizar una buena comunicación, los participantes deben compartir el mismo código, puesto que deben conocer el significado de sus signos. Por ejemplo:
- El idioma español oral que utiliza la maestra para impartir la clase.
- El idioma español escrito y los emoticones que usa el joven cuando le escribe a su amigo.
El código de un evento comunicativo puede ser:
- Código lingüístico o verbal. Es un idioma y puede ser tanto escrito como oral. Por ejemplo: el idioma francés o el idioma chino.
- Código no lingüístico o no verbal. No es un idioma o una lengua, sino un conjunto de signos que no son palabras. Puede ser auditivo, gestual o visual. Por ejemplo: una señal de tránsito o la sirena de una ambulancia.
5. Canal
El canal es el medio o el soporte a través del que se transmite el mensaje. Es siempre un medio físico y puede ser de distinto tipo, como un papel, Internet, el aire, una radio o una televisión. Por ejemplo:
- El aire a través del que llega la voz de la maestra a los alumnos.
- Los celulares conectados a Internet que permiten que el joven y su amigo puedan comunicarse.
Ruido: Es un evento que incide sobre el canal o el código, porque no permite que el mensaje se transmita o se decodifique de manera eficaz. Puede ser técnico (por ejemplo, cuando un mensaje no se escucha bien porque hay interferencia en la señal telefónica) o semántico (por ejemplo, cuando una persona no comprende el significado de una palabra). Si bien el ruido afecta al proceso comunicativo, no lo interrumpe completamente.
6. Contexto
El contexto es el entorno en el que se lleva a cabo la comunicación. Está formado por una sumatoria de condiciones tanto físicas como no físicas. Puede incluir características como el espacio, el tiempo, el contexto social, histórico y político, el tipo de vínculo entre emisor y receptor, entre otras. Por ejemplo:
- La clase de matemática que se desarrolla dentro del aula.
- El autobús donde se encuentra el joven en el momento de enviar el mensaje.
El contexto siempre influye en el mensaje, porque determina cómo se produce y cómo se interpreta su sentido. Por ejemplo, si una persona tiene que hacer un trámite en una embajada, en el mensaje empleará el lenguaje formal, porque el contexto así lo demanda.
Referente: Algunos lingüistas consideran que existe otro elemento de la comunicación denominado referente, es decir, el tema sobre el que se habla en el mensaje. Por ejemplo, en una clase de matemáticas, el referente puede ser la multiplicación.
Proceso de comunicación
El proceso de comunicación es cualquier intercambio de información que se produce entre dos seres vivos. Por ejemplo, cuando dos personas conversan o cuando un perro le ladra a otro.
Este proceso está conformado por todos los elementos de la comunicación y, para que ocurra, requiere de tres etapas:
- Codificación. El emisor produce un mensaje en el que manifiesta sus ideas a través de los signos de un código.
- Transmisión. El mensaje sale del emisor y llega al receptor en un contexto específico. Este proceso siempre depende de que exista un canal por el que el mensaje pueda viajar.
- Decodificación. El receptor interpreta y comprende el mensaje. Para ello, debe conocer el código con el que fue elaborado.
Ejemplo de elementos en el proceso comunicativo
Los elementos de un proceso comunicativo pueden ser:
- Emisor. Una persona escribe una carta en un código específico, el idioma español, y se la envía a otra.
- Receptor. Una persona recibe la carta, la lee e interpreta su sentido.
- Mensaje. La información que contiene la carta.
- Código. El idioma español escrito.
- Canal. El papel en el que se escribe la carta.
- Contexto. Una persona que vive en Colombia le escribe una carta a otra, que vive en Venezuela.
En este caso, la retroalimentación se podría producir si el receptor respondiera la carta. Además, podría llegar a haber ruido si el papel de la carta estuviera roto o la tinta borroneada, de forma tal que el receptor no pudiera leer bien el mensaje.
Componentes del habla
La fluidez es el ritmo con el que se transmiten los mensajes.
El habla se compone de los siguientes elementos:
- Articulación. Es la forma en la que se producen los sonidos.
- Voz. Es el uso del sistema de cuerdas vocales y la respiración para poder hablar.
- Fluidez. Es el ritmo con el que se transmiten los mensajes al hablar.
Trastornos del habla
Los trastornos del habla consisten en dificultades en la producción de los sonidos, que impiden que un sujeto pueda hacer un uso adecuado de la voz. Esto puede deberse a la dificultad para emitir sonidos correctamente (alteraciones en la voz), a la forma en que se producen (alteraciones de la articulación) o a su ritmo (alteraciones en la fluidez).
Algunos ejemplos de trastornos del habla son:
- Afonía. Es la ausencia de la voz por un determinado período de tiempo.
- Dislalia. Es un trastorno en la articulación de uno o varios fonemas por ausencia o alteración. Por ejemplo, decir “lato” en lugar de “gato”.
- Disfemia. Es una alteración del ritmo que se caracteriza por la interrupción del flujo verbal. Por ejemplo, repetir sílabas o prolongar algunos sonidos.
Los trastornos del habla se diferencian de los trastornos del lenguaje, ya que estos se relacionan con la comprensión y la expresión de ideas. Los trastornos del lenguaje pueden incluir alteraciones como la afasia (dificultad para producir o comprender el lenguaje) o el retraso en su desarrollo. Las alteraciones del habla y del lenguaje pueden darse de forma simultánea.
Teoría de los actos de habla

En los actos directos, el hablante expresa claramente su intención al hablar.
La teoría de los actos de habla es una forma de entender cómo las personas utilizan el lenguaje. Postula que el habla no solo transmite sonidos o palabras, sino que produce un efecto en los receptores, es decir, realiza una acción. Detrás de cada emisión, hay una intención. Por ejemplo, preguntar, anunciar, explicar o agradecer.
El primero en plantear una teoría sobre los actos del habla fue el filósofo británico John Austin (1962). Más adelante, John Searle (1990) profundizó en el tema.
Según esta teoría, se realizan tres actos diferentes al emitir una oración: un acto locutivo, un acto ilocutivo y un acto perlocutivo.
Acto locutivo
El acto locutivo se refiere a emitir una oración con determinado sentido. Incluye tres componentes: lo fonético (la emisión de los sonidos), lo fáctico (la combinación de las palabras en oraciones) y lo rético (el sentido). Por ejemplo, decir: “Necesito tomar estas pastillas”.
Acto ilocutivo
El acto ilocutivo se centra en la intención contenida en el enunciado, lo que el hablante intenta hacer, como informar, advertir, amenazar, prometer u ordenar, entre otros. Puede ser directo o indirecto.
- Acto directo. Es aquel en el que la intención es clara y explícita. Por ejemplo, decir: “Por favor, cerrá la ventana”.
- Acto indirecto. Es aquel en el que la intención no es evidente y requiere interpretación. Por ejemplo, decir: “Hace frío” puede sugerir la intención de que otra persona cierre la ventana.
Acto perlocutivo
El acto perlocutivo se refiere a los efectos que las palabras tienen sobre el receptor, como convencer, calmar o interesar. Se centra en la respuesta o la reacción del interlocutor. Por ejemplo, decir: “Llueve mucho, es mejor que te quedes en casa” puede provocar que el interlocutor no salga.
Tipos de actos de habla
En función de su finalidad, los actos de habla pueden clasificarse en cinco categorías:
- Actos asertivos. Se utilizan para afirmar o negar algo, informan sobre la realidad. Por ejemplo: “El gato está en el sillón”.
- Actos expresivos. Verbalizan un estado emocional o físico. Por ejemplo: “Me siento feliz”.
- Actos directivos. Tienen la intención de influir en la conducta del interlocutor. Por ejemplo: “No te olvides el paraguas”.
- Actos compromisorios. Implican la asunción de una responsabilidad o compromiso para realizar una acción. Por ejemplo: “Te llamaré más tarde”.
- Actos declarativos. Modifican el estado de la realidad. Por ejemplo: “Comienza la función”.